
Su muerte nos ha rescatado.
Representa a Cristo muerto. El rostro no está descompuesto, los rizos del cabello, caídos levemente; la barba, recortada; la boca, semiabierta; los párpados apenas cerrados; los pómulos resaltados; y la tez con un tono mate que armoniza toda la composición.
Procesiona acompañado por cofrades de la Archicofradía de la Santísima Vera Cruz.
Autores: José Capuz y su discípulo Eduardo del Pino. Año: Adquirida en 1960 en los Talleres Granda de Madrid.
Peana: Cristóbal Mendoza, escultor aragonés. Año: 1865. Reformada en 1960.
Oración
Allí fue depositado, como el grano de trigo en la tierra. Y de allí, desde la muerte, nacería la resurrección: El trigo bueno del padre germinaría al ciento por uno, Cristo. El sepulcro tuvo entrañas de vida inmortal. Desde entonces la muerte y el dolor, la vida y la cruz, tienen trasfondo de resurrección y de vida que no termina. (Anonimo).